Nuestras boyas SI09, SI11, SI12 y SI13 siguen activas y driftando en dirección norte. Todo apunta a que estamos en la corriente del giro de Beafourt.
El hecho de que estemos funcionando todavía es un gran éxito Digo todavía porque el punto donde las instalamos era un punto crítico bastante cercano a la zona marginal de hielo, esa zona que tiene la fea costumbre de fundirse durante el verano y hasta SEPTIEMBRE.
Bien, Septiembre ha pasado y seguimos aquí cuando el océano Ártico vuelve a enfriarse, así que a menos que un oso polar se baile un tango con las boyas parece que podremos obtener gran cantidad de datos de estos equipos durante el invierno.
Podéis seguir la ruta de las boyas a través de la web del proyecto:
Cuatro imagenes de 360º representativas del trabajo en este tipo de campañas. Incluyen sonido ambiental así que para poder disfrutarlas adecuadamente recomiendo hacerse con un visor del proyecto Google Carboard o similar y de la app para verlas en el movil: Android y Apple.
Llegamos a la costa cuando el día 24 de Agosto llega a su fin. Ahora empieza la operación de cambio de tripulación y los primeros en abandonar el barco son Tom, Ben y Jared (el equipo de Maritime Helicopters). Vuelan hacia Barrow en cuanto están dentro de su rango de operación por dos motivos: han de establecer su base en el aeropuerto para las operaciones del dia siguiente y creo que quieren desayunar con pan (hace dos semanas que se acabó en el barco)..
Mientras se realizan los preparativos algunos de nosotros echamos una mano empaquetando equipo científico que no será necesario para la segunda parte de la campaña, ARAON no volverá al hielo del Ártico hasta el año que viene.
Al día siguiente es el turno de los guardas de osos, Vito y Bob ya que su vuelo es esa misma mañana. La despedida es agridulce porque por un lado sabemos que es poco probable que volvamos a coincidir, pero por otro me alegro de que puedan volver a tierra para aprovechar el máximo de tiempo con sus familias antes del próximo trabajo.
La mañana del 26 empieza la verdadera pesadilla logística: desembarcar tripulación, embarcar la nueva, mover todas la maletas en ambas direcciones además del material y suministros para la segunda parte de la campaña. Todo esto con condiciones de visibilidad reducidas por culpa del tiempo y con un primer vuelo, con el grueso de la tripulación, despegando a las 11.30 de la mañana. Como desconfiaba de la planificación en nuestro caso Manuel y yo volamos en el vuelo de las 20.10 así que pase lo que pase nuestra ventana de tiempo no es tan crítica.
A 300 dólares la noche nadie quiere quedarse en tierra por culpa de un retraso o mal tiempo. Afortunadamente al llegar a Barrow lo primero que hace Lovro es tomar la iniciativa con la gente de Alaskan Airlines para tratar de ver cómo ganar tiempo. Todos los que volarán ese día sacan sus tarjetas de embarque antes de facturar el equipaje que llega justo a tiempo.
Manuel, Blanca y yo embarcamos por la noche en un vuelo semi-carga, que significa que la mitad delantera del avión está destinada a carga. Como en Barrow no existe acceso por carretera y durante el invierno solo se puede acceder con rompehielos su vía principal de suministros es por aire así que este tipo vuelos son comunes aquí.
Nos despedimos de Blanca en el aeropuerto de Anchorage donde ella continua su viaje de vuelta a Irvine. Una vez en la ciudad nos re-encontramos con Matthieu y Simon, cerramos la jornada con una fantástica cena en la orilla de un lago donde aterrizan hidroplanos (los taxis de Alaska). Hablamos del futuro y del presente, de como de duro es el mundo de la investigación, de que se podría mejorar y de cómo hacerlo dados los recursos necesarios que difícilmente tendremos pero sobre todo hablamos de que cueste lo que cueste no podemos abandonar esta lucha sin cuartel al desconocimiento sobre el cambio climático porque:
NO, EL CAMBIO CLIMATICO NO ES UN INVENTO DE LA PRENSA.
SI, EL CAMBIO CLIMATICO ES ALGO COMPLEJO DONDE MULTITUD DE PROCESOS NATURALES Y ARTIFICIALES SE COMBINAN.
POR SUPUESTO, EL EFECTO DOMINANTE DURANTE LOS ULTIMOS 200 AÑOS ES CLARAMENTE LA ACTIVIDAD HUMANA.
LA SOLUCION, IGUAL QUE LA CAUSA, ESTA EN NUESTRAS MANOS.
Hasta que termine la campaña la rutina estará marcada por estaciones oceanográficas con CTDs y por un par de fondeos. Nuestro siguiente objetivo es navegar hasta prácticamente la frontera con la zona económica exclusiva rusa donde KOPRI instalará el fondeo más grande de la campaña para caracterizar las aguas que entrar en el giro de Beafourt.
Avanzamos entre niebla y hielo hasta que nos topamos con un sistema de baja presión «et voila», cielos claros y buena visibilidad. Precisamente las condiciones ideales para trabajar en el hielo nos llegan con una semana de retraso.
La vida sigue en el buque, Manuel burbujea hielo y agua de Melt-Ponds para buscar indicios de aerosoles. Los demás seguimos trabajando en proyectos personales relacionados con nuestros respectivos ámbitos de investigación. También pasamos mucho rato en cubierta o en el puente, aprovechando la visibilidad. Cada cierto tiempo vemos focas y donde hay focas tiene que haber osos…
Desde cubierta ocasionalmente se ven huellas de osos e incluso de un zorro siguiendo a un oso, pero hasta ahora pocos animales desean acercarse a un bloque de metal rojo de unos 110 metros de largo.
Finalmente, y como guinda del pastel, cuando solo nos quedan 2 días para volver a la costa de Alaska avistamos un pequeño islote de hielo aislado en mitad del océano con una osa y sus dos cachorros.
Aunque esta imagen este tan asociada al calentamiento global no deja de encerrar una gran y triste realidad, con la desaparición del hielo en los polos no solo cambia nuestro clima sino que también destruimos el hábitat de especies únicas condenadas a la extinción.
Nuestros errores no deberían resonar en el futuro de nuestros hijos, si no cuidamos mejor nuestro hábitat acabaremos dejándolo como la costa de la Barceloneta cada vez que llueve mucho, ni los colectores de la ciudad ni el planeta se pueden permitir nuestra indiferencia.
Aunque suene ridículo en los charcos esta uno de los frentes de batalla más activos en el estudio de la criósfera, esto requiere una pequeña introducción:
En algunos post anteriores ya he hablado del mecanismo de realimentación del albedo, resumiendo brevemente dependiendo del color de una superficie esta refleja o absorbe más calor. Pues bien, los charcos son actores principales en como el albedo del hielo puede cambiar de reflejar la mayoría de la luz que recibe a absorber gran cantidad de esta, acelerando el deshielo y debilitando la banquisa donde se encuentran esos charcos.
Además de ser un actor físico, también actúa en los modelos de la química y la biología del entorno ya que algunos de estos charcos pueden ser de agua dulce o de agua salada. Pueden contener micro-organismos cuya actividad puede producir aerosoles y a su vez estos aerosoles pueden volver a la atmosfera donde condensan moléculas de agua para formar gotas o dicho de otra manera para sembrar nubes.
Después de esta pequeña introducción espero que el tema ya no suene tan ridículo. Pues bien, para KOPRI este tema es de tanta importancia que en definitiva articula el calendario y el tiempo de trabajo sobre las banquisas y es el motivo por el cual nuestro campamento de hielo se vio visto reducido en tiempo y latitud.
Hemos estado navegando durante 3 días en busca de un área donde encontrar estos charcos, gracias a las tormentas de nieve esta búsqueda se ha visto complicada. Normalmente un vuelo de inspección con el helicóptero debería dejarnos ver los charcos desde el aire, el problema es que todo está cubierto por una «bella» capa de medio metro de nieve…
Todo se complica con nieve, cuando el helicóptero despega debemos limpiar la pista para que las marcas concéntricas que le sirven de guía durante el aterrizaje sean visibles. Además el helicóptero no permanece mucho rato en vuelo ni se aleja por la visibilidad y la acumulación de hielo en las aspas, en definitiva esto parece un sabotaje.
Finalmente damos con una banquisa suficientemente aceptable para todos y la actividad vuelve a ser frenética en el barco. Esta vez nos anclamos de lado en lugar de encastarnos en medio, la banquisa no es tan grande como la del otro campamento y no podemos arriesgarnos a partirla…
Tras una mañana abriendo camino a través de melt-ponds cubiertos de nieve se da el OK para que el resto de la tripulación pueda bajar a trabajar.
Por un lado, biólogos y químicos se dedican a tomar muestras de agua en diferentes melt-ponds, por el otro Joo-Hong y Lovro instalan un par de equipos para medir el grosor del hielo, grueso de melt-pond y radiación solar sobre el hielo y a través de el. La actividad es frenética durante dos días y finalmente concluimos el último campamento de hielo, en este caso sin ningún aviso de oso.
El inevitable reloj que marca el final de nuestra ventana de oportunidad para instalar nuestros sistemas sigue avanzando. Retomamos la actividad una vez el tiempo mejora marginalmente y asumiendo el riesgo volvemos al trabajo.
Lo primero es acabar de instalar la última boya SATICE al lado del barco. Como ya habíamos realizado los agujeros en el hielo en este sistema invertimos aproximadamente un poco más de una hora para completar el despliegue.
El siguiente paso es unirnos a los franceses en la banquisa secundaria donde están acabando de instalar la IAOOS. A unos 200 metros de ella tenemos el siguiente punto de despliegue, tras otro par de horas tenemos la quinta boya instalada en el hielo.
Tras invertir dos horas más en la sexta boya, el tiempo y las condiciones de trabajo no nos dan ninguna tregua. Abortamos la instalación de la última boya no por voluntad propia, Vito y Manuel me tienen que arrastrar al helicóptero. Aparentemente, no puedo mirarme a mí mismo, mi cara está empezando a cobrar una tonalidad azul y mi mano derecha se niega a cerrar con fuerza el destornillador…
Una vez de vuelta en el RV Araon KOPRI nos abre una ventana adicional de un par de horas, pero estamos todos tan destrozados que casi sería una imprudencia volver a salir sin descansar ni calentarnos así que con mucha decepción por mi parte decido que la última boya volverá a Barcelona con nosotros, mejor eso que no arriesgarnos a no volver a Barcelona.
En total han sido 24 horas con aproximadamente 7 horas de sueño repartidos entre ambos, hemos instalado 5 SATICE, una IAOOS, dos IMBs y reflectores radar en junto a cada uno de los puntos de despliegue de los equipos. Todo este trabajo contando con condiciones atmosféricas adversas, hielo de segundo año y con una modificación de la planificación que ha jugado en nuestra contra.
Tras una noche de sueño y después de discutir la operación tomamos nota de aquello que se puede mejorar en el trabajo en el hielo, pero todos coincidimos en que hemos ido más allá del 100%, que nadie ha salido herido permanentemente y que se han instalado tantos equipos como ha sido posible.
Hoy empezamos mucho más tarde, a las 7 y media estamos en el helipuerto para buscar nuestro siguiente punto de despliegue a babor del Araon, a aproximadamente 200 metros. Después de aterrizar tres veces sobre el hielo encontrar solo charcos cubiertos de nieve decidimos abandonar el helicóptero en el Araon y bajar a pie desde el buque para encontrar una vía segura.
Tras caminar evitar un par de fracturas de hielo y unos cuantos melt-ponds llegamos a un area que parece adecuada. Llamamos por radio para que nos envíen el equipo y sorpresa, las condiciones de vuelo son demasiado peligrosas y los pilotos no quieren volar.
La situación se da porque ha entrado niebla y estamos bajo cero lo que significa que tienen dos cosas motivos para no volar:
No pueden distinguir el horizonte lo que significa que no pueden saber si están subiendo o bajando mientras vuelan.
La niebla por debajo de cero se congela sobre las palas del helicóptero, eso hace que pierdan su aerodinámica y hace que el helicóptero, con suerte, acabe bajando por perdida de sustentación.
Otro problema aún más grave aflora: Mattieu, Simon y Joo-Hong junto con Bob (uno de los guardas de osos) permanecen en la banquisa secundaria, la que esta a 6 km del barco y driftando libremente. Tras 3 horas y habiendo perdido contacto por radio Lovro consigue convencer a los pilotos para ir a buscarlos. Asumiendo un gran riesgo y volando bajo consiguen rescatarlos y durante las próximas 4 horas esperamos a que mejore el tiempo.
Nuestro día empieza a las 3 y media de la mañana, a esta latitud el día dura 24 horas así que aprovechamos todo lo que nos permiten.
Primero toca muestrear el hielo para determinar donde instalar los sistemas. Durante las primeras 3 horas de ir i venir a la banquisa de hielo para mi son malas noticias. Melt-ponds a medio congelar y la gran mayoría de los que se pueden ver son simplemente open melt-ponds o dicho de otra manera charcos abiertos al mar, casi medio metro de nieve cubriéndolo todo y una profundidad media de cerca de 1,2m.
El hielo, pese a ser lo mejor de la zona, parece ser de segundo año y formado por trozos más pequeños conectados por secciones más finas o por superposición de banquisas. Por un rato paralizo los deployments de SATICE hasta intentar conseguir la luz verde de los científicos titulares. Tras perder un par de horas al teléfono satélite (prestado) tomamos la decisión de arriesgarnos y en cuanto comenzamos a caminar para bajar del barco llega un aviso de oso… (pues claro que tenía que llegar el maldito aviso…)
Una hora después bajamos del puente habiendo despertado al oficial que dio el aviso y que ya se había ido a dormir, falsa alarma era una broma de mal gusto.
Finalmente, en el hielo y con el guarda de osos cerca, just in case, nos dedicamos a encontrar el primer punto de despliegue. Cuesta bastante avanzar por este hielo, cada paso requiere comprobar con una sonda que es lo que nos espera en el siguiente.
Encontramos un primer punto y nos acercan nuestro equipo con el helicóptero (remolcarlo con trineo es inviable). Tras pelearnos con los taladros de 10 pulgadas durante un buen rato al finalizar la mañana ya tenemos instalada la primera boya.
Matthieu y Simon han empezado a trabajar en su punto de despliegue para la IAOOS a 6 km del barco en otra banquisa, ese es nuestro siguiente destino. Tomamos el helicóptero y el taladro, esta vez tardamos tan solo un par de horas en desplegar nuestro sistema. La IAOOS requiere mínimo un día completo para ella sola, teniendo en cuenta que tienen que largar cerca de 500 metros de cable de acero para el perfilador y que lo hacen todo manualmente no me extraña que requieran ese tiempo.
Nuestro día acaba cerca de las 12 de la noche al acabar de colocar la tercera boya a un kilómetro de la roda del barco, en este caso también nos han tenido que desplegar en helicóptero ya que el terreno era impracticable hasta ese punto. Volvemos al barco a dormir unas cuantas horas antes de volver a empezar.
Usamos imágenes por satélite para acercarnos a una zona potencialmente aceptable para el campamento. El satélite MODIS nos da fotografías, ASMR2 y Sentinel-1 nos dan concentración de hielo, el problema es que la cobertura de nubes afecta a las imágenes y además no tenemos grosor de hielo por eso una vez localizada una zona de interés se ha de realizar una misión de reconocimiento, aterrizando en diferentes zonas para dar con la que se ajuste a nuestros requerimientos.
Personalmente y visto lo visto no guardo grandes esperanzas en encontrar el tipo de hielo que las SATICE necesitan, nuestra primera misión de reconocimiento dura unas 3 horas y el helicóptero sale aproximadamente a las 6 de la tarde. Así que ahora toca esperar.
Todo se acelera a la vuelta del equipo de reconocimiento, parece que han encontrado un candidato para la instalación de los equipos y el buque ya ha trazado un rumbo hacia el. Tenemos unas 4 horas de sueño antes de llegar al bloque de hielo así que todos desaparecemos hasta nuevo aviso, nos esperan unos dias muy duros y todos los minutos cuentan…
Hace dos días que nos comunicaron un pequeño cambio en la campaña, el orden de los campamentos de hielo se ha invertido y ahora el primero será el de las boyas. A parte de ese pequeño detalle también nos han reducido a la mitad el tiempo para ponerlas. Todos estos cambios son resultado de las condiciones actuales del hielo y del ámbito de interés de estudio de KOPRI, claro y conciso tienen mayor interés en Melt-Ponds (charcos) y durante los últimos días no ha parado de nevar lo que significa que en todo el hielo que nos hemos encontrado hasta ahora esos Melt-Pons o están cubiertos de nieve o se han vuelto a congelar. KOPRI lidera la campaña por tanto a nosotros solo nos queda prepararnos lo mejor que podamos y darlo todo en el hielo.
Pero para poner las boyas en el hielo primero necesitamos una placa adecuada, lo que significa montar vuelos para sondear el terreno. Y lo primero de todo un vuelo de prueba para acabar de configurar las cámaras.
Tras el primer vuelo mi configuración parece dar buen resultado y el hielo se nos revela tal como esperábamos, con una buena capa de nieve encima cubriendo completamente la gran mayoría de Melt Ponds.
En las fotos aéreas de a continuación, una pequeña muestra de ellas, se puede ver dos cosas claramente: la tremenda diferencia de albedo entre el agua de mar y el hielo/nieve y por otro lado la ausencia de melt-ponds. Los melt-ponds tienen un albedo intermedio entre el agua y el hielo, no absorben tanto como el agua, pero absorben mucha más luz/calor que el hielo, por eso es tan importante estudiarlos para poder modelizarlos y así mejorar los modelos de predicción de clima.